Su uso tópico ha puesto al aloe vera en la lista de ingredientes cosméticos en boca de todos. Sus propiedades son tales que era apodada ‘planta de la inmortalidad en el Egipcio clásico. Ahora, el aloe ha reclamado y ganado su trono como planta estrella en el ámbito de la medicina natural.
Sus propiedades antiinflamatorias, antibióticas y antisépticas se unen a su poder hidratante y calmante. Con esta carta de virtudes no es de extrañar que el aloe vera sea idóneo para hidratar la piel, aliviar el dolor de una quemadura, reparar el dao de agresiones como el afeitado o la depilación y ayudar en problemas tópicos como rojeces, dermatitis seborreica o psoriasis calmando la sensación de picor.
¿Qué es el aloe vera?
Se trata de una planta originaria de la región norte de África. Los requisitos para su crecimiento pasan por emular el clima de tal zona: necesita mucho sol, temperaturas cálidas que deben ser constantes a lo largo del año, y poca humedad.
Los beneficios residen en el jugo, en forma de gel, que guardan sus duras hojas y que es rico es multitud de vitaminas, enzimas, minerales o sales orgánicas. Otro componente muy valorado por la industria cosmética es la aloverosa, un azúcar capaz de repara la piel responsable en buena parte del éxito del aloe vera.
La ingestión del jugo también tiene beneficios para todo el organismo : mejora la circulación, dilata los capilares, regula la tensión arterial y el nivel de azúcar en sangre, y mejora el estreñimiento.
¿Por qué incluir cremas o jugo de aloe vera en mi rutina?
- El aloe vera tiene la propiedad tanto de hidratar la piel como de evitar la pérdida de agua.
A la hidratación se suma una importante acción de nutrición. Aporta a la piel, entre otros, vitaminas E, C y A, potentes antioxidantes. - Su uso es recomendable para las pieles grasas o que sufran de acné, puesto que no añade grasa. Además, al ser capaz de regenerar la piel, contribuye a evitar posibles cicatrices y marcas derivadas de esta afección, y gracias a su capacidad anti infecciosa, evita la proliferación de bacterias en los poros.
- La aplicación frecuente sobre las manchas de la edad o por la exposición al sol ayuda a reducirlas y a unificar el tono del rostro.
- Las pieles irritadas, con quemaduras, erupciones o pequeñas lesiones, pueden beneficiarse de los efectos de esta planta. Gracias a componentes como el lactato de magnesio es capaz de reducir la sensación de picor. Las propiedades antibacterianas y antifungicidas ayudan a prevenir infecciones, a lo que se suma su poder antiinflamatorio.
¿Qué tratamientos puedo utilizar?
Un frasco de gel puro de aloe vera en el botiquín, siempre a mano, es un comodín en caso de lesiones, quemaduras o picazones puntuales de la piel.
La textura en crema es la más recomendable para pieles secas o maduras, mientras que el gel resulta más refrescante en el caso de las pieles grasas. Los cosméticos pueden combinar este ingrediente con otros aptos para cada tipo de piel, de modo que se aproveche el potencial del aloe vera combinado con otras plantas, como la rosa mosqueta en el caso de las pieles secas o el aceite esencial de té en pieles con tendencia grasa o acné.
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