Irritaciones cutáneas, asma, reacciones alérgicas, dolores de cabeza, cáncer y alteraciones hormonales e incluso infertilidad, son algunos de los problemas relacionados con los múltiples componentes tóxicos de la cosmética convencional.
Muchas de estas sustancias han sido calificadas como cancerígenas, mutantes o tóxicas y prohibidas a posteriori al encontrar evidencia de sus peligros. Otras, todavía se encuentran sin calificar o se considera que no son peligrosas porque se encuentran en pequeñas cantidades.
Según la Agencia para la protección de la Salud del Reino Unido cada mes aparecen más de 600 sustancias químicas nuevas que se añaden a la lista de les 80.000 ya existentes. Pero sólo el 10% de estas sustancias, menos de 8.000, están controladas. De estas, unas 6000 están permitidas para la fabricación. Pero estamos en contacto con los productos de cosmética des de que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir así que, estas pequeñas cantidades se pueden ir acumulando y tener serios efectos a largo plazo.
En 2006 se creó el sistema REACH que obliga a los fabricantes a evaluar los riesgos derivados del uso de substancias químicas y, al mismo tiempo, se establece un listado de substancias que serán evaluados por laboratorios independientes. Se esperan los primeros resultados para este año 2013.
Las sustancia más peligrosas que podemos encontrar en la cosmética convencional son, por ejemplo, derivados del petróleo como los aceites minerales que bloquean los poros impidiendo la respiración celular y secando la piel. Los emulgentes, indicados como PEG, PPG o la terminación “eth”, hacen que la piel sea más receptiva a estas substancia peligrosas y algunos llevan asociados dioxinas que son reconocidos cancerígenos. Los parabenes actúan como disruptores endocrinos mimetizando la acción de nuestras hormonas y ocupando su lugar, al igual que el Aluminio que, además tapona las glándulas sudoríparas provocando su inflamación y su toxicidad puede penetrar dentro del cuerpo.
Además muchas de estas sustancias también son perjudiciales para el medio ambiente
Por suerte, existen ya en el mercado, multitud de marcas de cosmética natural y ecológica que no presenta estos peligros.
En nuestra tienda online contamos con dos marcas de confianza: Cosmètics Giura y Naáy Botanicals. Escogimos estas marcas, por proximidad la primera y porqué ya habíamos probado sus buenos resultados, la segunda, pero existen ya muchas otras marcas. Actualmente es un sector en auge y ya no es necesario recurrir al mercado extranjero para encontrar estos productos.
Dónde comprar
Aun así, si queréis seguir usando cosmética convencional, esta es la lista de algunas de las substancias más peligrosas que deberíais evitar:
Como ya hemos hablado son derivados del petroleo que mimetizan la acción de las hormonas y ocupan su lugar presentando efectos estrogénicos.
Etiquetas a evitar: contienen las palabras: metil-, etil-, propil-, butil-, isobutil-, …
Son sustancias derivadas del petróleo que se utilizan como agentes antibacterianos y para que la textura sea más agradable. Son sustancias muy fáciles de obtener y muy baratas pero son altamente cancerígenas como todos los derivados del petróleo. Tapan los poros bloqueando la respiración celular, extraen la humedad de la piel y la pasan a la capa superior de manera que esta parece hidratada. A consecuencia de este taponamiento la piel no puede eliminar las toxinas y aparece acné, irritaciones, etc.
Etiquetas a evitar: aceite mineral, paraffinum liquidum, petroleum, … Otras sustancias derivadas del petróleo son: metilsilanol, ozokerite, ceresin, vaselina y glicol propileno. Este último incluso está relacionado con trastornos del riñón y hígado, trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza, vómitos…. además de afectar al sistema nervioso central.
Son sustancia emulgentes para unir la grasa y el agua. En principio son inocuos pero eliminan el protector natural de la piel por lo que se vuelve más vulnerable y se hace más receptiva a otras sustancias que sí pueden ser tóxicas.
Etiquetas a evitar: PEG más un número, sustancias terminadas en eth: steareth, ceteareth, sodium laureth sulfate,…
En cosmética se utilizan como conservantes. El fenol es un alcohol tóxico que puede afectar al sistema nervioso central, al hígado, riñón, corazón y la piel.
El fenil también es un alcohol que penetra en la piel y accede a la sangre pudiendo causar problemas hepáticos.
Etiquetas a evitar: nitropheno, phenolphthalein, chlorophenol, phenylenediamine sulfate.
Muchas de ellas son altamente cancerígenas y alteran las moléculas del ADN.
Etiquetas a evitar: HC (HC orange 3), Acid (Acid red 73), Pigment o incluyen la palabra anilin o anilid: acetanilid…
Se sospecha que producen trastornos reproductivos y endocrinos ya que se descomponen en la piel y se acumulan en las células Sobre la piel pueden causar dolores de cabeza, mareos, alergias, manchas y cáncer.
Etiquetas a evitar: acetil hexametil, bromocinnamal, tonalide,…
Son sustancias disolventes que se encuentran sobretodo en desodorantes, cremas, esmaltes de uñas, lacas y perfumes. Lo curioso es que su uso está prohibido para artículos de puericultura y juguetes que los niños se pueden meter en la boca. Están relacionados con daños en el sistema reproductor y endocrino y con el riesgo de padecer asma y cáncer.
Etiquetas a evitar: dibutilftalato (DBP), dietilhexiloftalato (DEHP), disononilftalato (DINP), dinoctilfalato (DNOP) y diisodeciloftalato (DIDP).
Muy relacionados con el cáncer. Son derivados del petróleo que también se usan como disolventes de pinturas y líquidos anticongelantes de los coches.
Etiquetas a evitar: isopropil.
Es una sustancia muy parecida al amianto que ya se sabe que produce cáncer (especialmente de pulmón). Tapa los poros de la piel impidiendo la expulsión de toxinas. Muy usado en maquillaje, polvos para bebés y para lubricar los condones. En la revista Epidemiología se publicó un estudio que indicaba que usar talco en la zona genital a largo plazo aumenta las posibilidades de padecer cáncer de ovarios hasta un 60%.
Son capaces de modificar la acción de ciertas sustancia que pueden provocar cáncer.
Etiquetas a evitar: butilhidroxitolueno, BHT, E-321.
Se utiliza sobretodo en desodorantes. Tiene efectos como disruptor endocrino. Las sales de aluminio naturales no tiene efectos tan perjudiciales como las de síntesis que tienen más capacidad de taponar las glándulas sudoríficas y provocar su inflamación. Su toxicidad va en función del tipo de molecular y de la capacidad de penetrar en el cuerpo.
En numerosos estudios se ha encontrado grandes cantidades de aluminio en cerebros de pacientes que padecían Alzheimer. También se ha descubierto que puede unirse al ADN y modificar su estructura así como alterar la actividad de los genes.
En desodorantes esta muy relacionado con el cáncer de mama ya que como el cuerpo no puede eliminar toxinas las deposita en las glándulas linfáticas que se encuentran bajo los brazos.
Etiquetas a evitar: aluminium, clorhidrato de aluminio,…
El mercurio es muy tóxico pero se permite su uso como conservante en la industria cosmética en bajas concentraciones.
Etiquetas a evitar: tiosalicilato de etilmercurio.
Detergente muy irritante que se absorbe por la piel y se almacena en los tejidos del corazón, el hígado, los pulmones y hasta el cerebro. Afecta al sistema inmune, interactua con otros elementos favoreciendo la aparición de cáncer e, incluso, en cantidades elevadas, puede modificar el material genético de las células. En animales se ha visto que provoca problemas de pigmentación y perdida de pelo.
- Diethanolamine o dietanolamina (DEA)
Sustancia muy peligrosa que, con repetidas exposiciones sobre la piel, puede estar relacionada con cánceres de hígado y riñón. Posible alterador hormonal que suprime una sustancia del organismo, la colina necesaria para el desarrollo fetal. Diversos estudios consideran que su exposición prolongada es muy peligrosa sobretodo para los niños.
Sustancia muy utilizada en jabones, dentífricos y desodorantes. Se ha detectado en la leche materna e interfiere en la actividad de la testosterona en las células.
Es un cancerígeno reconocido y lo encontramos en champús para la caspa y cremas para el prurito.
Puede afectar al sistema nervioso y producir irritación pulmonar y reacciones alérgicas severas.
Fuentes
Discovery Salud
Vidasana
Wikipedia