Protégete frente a las radiaciones del teléfono móvil

¿Quién no usa el teléfono móvil? En 2011 se alcanzó la impresionante cifra de 4600 contratos en todo el mundo. Precisamente ese año, la costumbre de hablar por por dispositivos móviles era clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) como un ‘posible cancerígeno’.

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El peligro irradia -nunca mejor dicho- de los campos electromagnéticos que estos aparatos generan. Varios estudios lo relacionan con un tipo de cáncer cerebral, el glioma. El riesgo de padecer este tipo de tumor parece aumentar en un 40% si se habla una media de 30 minutos al día durante diez años.

Sin embargo, los mismos organismos señalan que los niños y los jóvenes son más vulnerables a estas radiaciones. Un colectivo a tener en cuenta, dado que el uso de móviles está aumentando de forma considerable en ellos.

Los teléfonos móviles emiten radiofrecuencia de baja potencia, con un pico que va de 0,1 a 2 vatios. Esta potencia disminuye rápidamente al aumentar la distancia con el móvil, al evitar que trabaje más de lo necesario, y desaparece cuando el teléfono está apagado.

A día de hoy es casi imposible prescindir del teléfono móvil, pero tomando la precaución de realizar varios gestos puedes protegerte frente a la radiación que emiten.

• Prefiere la comunicación a través de mensaje de texto o Internet antes que las llamadas. Este acto aleja el móvil de tu cabeza.
• Si vas a realizar una llamada, utiliza auriculares o manos libres para no mantener el teléfono junto a tu cabeza durante largos periodos de tiempo.
• Desconecta el Bluetooth, la conexión de datos y WiFi cuando no lo estés utilizando.
• Usa el teléfono en zonas con buena cobertura. Esto reduce el nivel de exposición, ya que el móvil emite a una frecuencia baja.
• Espera a que se establezca la llamada para poner el teléfono en tu oreja. Si mantienes el móvil separado de ti durante los tonos de espera, reduces la exposición.
• Evita usar el móvil dentro de espacios cerrados por materiales metálicos, como trenes, pues se acentúa la señal radiactiva.
• Además, si estás a bordo de un vehículo que se mueve, el teléfono tiene que conectarse y desconectarse de forma continua a diversas torres, por lo que aumenta la radiación que emite.
• Limita el uso de teléfonos móviles en niños y jóvenes.
• Utiliza una funda anti radiación que te proteja.

Tintes naturales. Protege tu cabello y tu salud

El tinte natural respeta la estructura del cabello

La estética es la principal preocupación para las mujeres a la hora de teñir el pelo. Ocultar las canas, cambiar el color, aclarar u oscurecer el tono. ¿Y la salud de la zona capilar? Las consecuencias del tinte repercuten también en el cuero cabelludo, un área injustamente olvidada.

La piel que sustenta el cabello es una zona plagada de poros y con una alta concentración de capilares, lo que la hace especialmente sensible a los químicos que aplicamos sobre ella. Con los tintes tradicionales, no son pocas las agresiones a las que sometemos a una piel tan receptiva. Algunos de los productos químicos de los tintes no recomendables son:

• PPD (parafenilendiamina) un colorante que incluyen la mayoría de los tintes permanentes en el mercado y que causa reacciones alérgicas.
• Resorcinol. Presente en tonos rubios y dorados, causa reacciones alérgicas. También se encuentra presente en la mayoría de los tintes.
• Parabenos. Es un conservante muy extendido en el mundo de la cosmética y el aseo personal. Algunos estudios lo relacionan con el avance de ciertos tipos de cáncer, como el de mama.
• Amoniaco. Tradicional en los tintes capilares. Es capaz de dañar la cutícula del cabello y, así, la estética del mismo.

La coloración natural y los tintes que respetan sus principios ofrecen múltiples ventajas para la salud y la estética del pelo y del cuero cabelludo

Estética del cabello.

• Respeto del pelo. Los tintes que abusan de los químicos ‘rompen’ la estructura del cabello para penetrar en él. Por el contrario, los tintes naturales respetan la estructura de la fibra capilar.
• Problemas de caspa. Los tintes químicos pueden producir episodios de dermatitis irritativa, lo que se traduce en descamación de la piel y por tanto, caspa.

Salud del cuero cabelludo

• Minimiza el riesgo de sufrir alergias. La posibilidad de reacciones alérgicas ante el tinte se reducen de forma considerable, al eliminar los productos químicos más agresivos para la piel.
• Deja que la piel respire. Los agentes químicos agresivos ‘taponan’ los poros del cuero cabelludo.
• Cuida tu piel. Evita problemas como dermatitis, eccemas, urticarias…
• Protege la salud de las embarazadas. No se recomienda la aplicación de tintes químicos durante el primer trimestre del embarazo, un consejo que puede extenderse durante toda la gestación y el periodo de lactancia.
• Sin relación con el cáncer. Algunos estudios vinculan ciertos ingredientes cosméticos,como el parabeno, con el cáncer de mama; y las anilinas, con el incremento del cáncer de vejiga.

 

Los ingredientes naturales de los tintes bio los convierten en una perfecta alternativa para cuidar la salud del cuero cabelludo y la estética del cabello.

Son aptos para toda la población, pero las personas con problemas como alergias, psoriadis, dermatitis o eccemas; y las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia encontrarán en los tintes naturales una buena opción para teñir su cabello sin dañar su piel y sin aplicarse químicos agresivos.

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